5/3/10


Los que nacimos en los '80 todavía vivimos las consecuencias del terror craneado en USA para toda nuestra Latinoamérica.

Control económico y político de las riquezas autóctonas y las ideas revolucionarias. El plan Condorito: ¿te suena?...el pajarraco lo financia, Huevoduro; Yayita; Saco de plomo y hasta Coné lo ejecutan en cada país de la región. Aún hoy seguimos leyendo la historieta, la que nos recuerda que sólo hay una idea posible y aplicable llamada Capitalismo.
Claro que iuesei no está conformada sólo por estadistas americanos perversos, también hay ciudadanos críticos ajenos a tales ideas que intentan una vida diferente y por eso viajan a Latinoamérica para conocer a los pobres del tercer mundo . Y se alistan en los movimientos sociales sacándoles fotos y escribiendo crónicas sobre rebeliones ciudadanas y ecologismo urbano. La cultura sudaca casi siempre termina apasionandolos, y reconocen en nosotros algunas similitudes con su idiosincracia...pero todos sabemos que es mera casualidad, que los '90 no marcaron a fuego nuestra forma de existir. El sueño americano no nos desveló por las noches, fue sólo un pleasant dream. La coca cola, la sabrosa comida chatarra, los video games, los billetes verdes...En el cole cantamos "hello hello i'm Pat, I'm Carol"... niños argentinos, peruanos y bolivianos poniéndonos las máscaras de aquellos niños ricos. Algún día quizás seríamos como ellos.
Llegó también la música joven y dura de los blancos desde allí y pegó más fuerte que la de los negros en su momento. Los Stones fascinaron a los jóvenes rebeldes del mundo y abrieron puertas para que puedan canalizar sus pesares y sentires, formando ellos mismos sus propios conjuntos y eclipsando Sudamérica. "Paren de venir, llega el fin de semana y no sé a dónde ir" decía un gran hit noventoso describiendo la cima de tal situación (The Sacados: un producto 100% argentino).
Cuando despertamos de aquellos sueños ya era tarde para desayunar con mate, biscochos y dulce de leche. Entonces pusimos los huevos a freir ("el tocino te lo debo" me dijeron en Walmart).
Los espejitos de colores que tengo en mi cuarto reflejan alocados los matices de nuestra cultura cambalache post siglo veinte. Nos tiraron al río desde aquella águila, pero aprendimos a nadar y a reírnos en nuestro naufragio... todavía sacudiéndonos las plumas.

JUAN PABLO REY MEDINA (el mal de zinedine).

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